Realizamos en el aula la actividad pedagógica “Mi primera alcancía”, una propuesta didáctica y significativa para enseñar a los niños y niñas el valor del ahorro de forma divertida y cercana. La experiencia comenzó con una charla interactiva donde los pequeños reflexionaron, a través de cuentos y preguntas disparadoras, sobre qué significa ahorrar, para qué sirve y cómo podemos hacerlo en nuestra vida cotidiana. Luego, cada estudiante pinto la alcancía , decorándola con creatividad y entusiasmo.                                                                                                                                        

A través de esta propuesta lúdica buscamos:

·         Fomentar el desarrollo de hábitos financieros desde los primeros años,

·         Propiciar espacios de diálogo para compartir objetivos de ahorro: un juguete, un libro, un regalo especial o una salida en familia.

·         Fortalecer la empatía, los sueños personales y la capacidad de planificación desde edades tempranas. 

“Mi primera alcancía” no solo sembró la semilla del ahorro, sino también la del compromiso, la reflexión y la toma de decisiones conscientes. Una actividad que une la educación financiera con la creatividad, la expresión y los valores para la vida.